Las arcillas y el agua

Nos parece importante reflexionar sobre la relación que tienen el agua con las arcillas, para comprender algunas reacciones que afectan los resultados de la construcción con este material.

Las partículas o micelas de arcilla están unidas entre sí por la tensión superficial de una microscópica molécula de agua entreellas y por las cargas eléctricas que se crean en los borde de contacto o unión de esas mismas micelas.

Cuando las arcillas entran en contacto con agua se genera un proceso de hidratación que lleva al hinchamiento de estos elementos.

Hidratación e hinchamiento de las arcillas. Fuente.

Las moléculas de agua añadidas a la mezcla de arcilla son atraídas por las moléculas de agua presentes dentro de las micelas. Al entrar en ese espacio rompen las cargas electrostáticas que unen los bordes de estas partículas, permitiendo que más agua entre. En este proceso se llegan a cambiar la polaridad de las cargas iónicas en la arcilla. Lo que antes mantenía las micelas pegadas entre sí se transforma en una fuerza que las separa y las desordena.

Cambio de las cargas electrostáticas de las micelas. Fuente.

Mientras más agua ponemos, más se separan y desordenan las micelas, dando lugar a una mayor plasticidad de la mezcla.

Luego viene el proceso de secado de las arcillas. Aquí el agua presente en la mezcla se va evaporando, saliendo también del espacio entre las micelas. Cuando la cantidad de agua baja lo suficiente nuevamente se revierte la polaridad de las cargas electrostáticas de las arcillas haciendo que se atraigan nuevamente.

Evaporación del agua presente entre las micelas de arcilla.

Este proceso de hidratación de las arcillas es el que permite la plasticidad de la tierra y que al secarse vuelva a tener el efecto ligante que necesitamos para la construcción con tierra.