Construcción con tierra y medioambiente II - Material reciclable y biodegradable

Entre los impactos más negativos de la industria de la construcción está la gran cantidad de desechos que se generan durante y al final de la vida útil de una edificación.

Muchos materiales de construcción contemporáneos no pueden ser reutilizados ni reciclados y terminan en botaderos (legales o ilegales) como escombros. Incluso muchos de ellos deben ser tratados de manera especial ya que es necesario extraer los elementos tóxicos que contienen. Sin este tratamiento los ingredientes tóxicos de los materiales contaminarían el medio ambiente al degradarse en los botaderos.

La tierra en cambio es en su esencia un material de construcción reciclable y biodegradable.

La tierra es un material reversible con el agua. Esto significa que al añadir agua a la tierra seca esta se diluye, se vuelve barro y es maleable para un nuevo uso. Es por esto que el material puede ser reutilizado muchas veces sin perder sus características iniciales. 

Un ejemplo de cómo se puede aprovechar esto es el reciclaje de adobes de una demolición para fabricar nuevos adobes, o re-usar un revoque de tierra de cientos de años en una nueva obra.

En TecnoClay hemos comprobado directamente esta característica en nuestro desarrollo de productos. Luego de algunos años hemos raspado los revoques de nuestras pruebas iniciales, los hemos diluido en agua y logramos crear nuevos revoques sin la adición de materias primas.

Y si al final de su vida útil no fuese factible re-usar estos materiales como base de una nueva construcción, los desechos pueden ser devueltos al suelo sin necesidad de un tratamiento especial. Con la lluvia, en poco tiempo, se integrarán nuevamentes a la naturaleza.

Gracias a estas características medioambientales de la tierra logramos disminuir dos impactos negativos de la industria de la construcción. Por un lado no tenemos la necesidad de extraer nuevas materias primas ya que podemos reutilizar los materiales de una demolición. Y al mismo tiempo disminuimos la contaminación a través de escombros.

Pero para que estas ventajas se mantengan activas es necesario cumplir algunas condiciones imprescindibles: conservar la reversibilidad de la tierra con el agua y mantener el material libre de elementos tóxicos para que si se vuelven escombros no contaminen el medioambiente.