¿Por qué las fisuras son parte de la esencia de un revoque de tierra?

Como ya vimos en un post anterior, las arcillas al entrar en contacto con el agua entran en un proceso de hidratación. Al absorber agua las micelas de las arcillas se separan. Al secarse esta mezcla el agua deja un vacío. Por la fuerza de atracción entre sus partículas, las arcillas vuelven a pegarse entre sí, cerrando ese espacio que deja el agua. Esto también se le conoce con la contracción de una mezcla de arcilla y agua.

Esto sucede de manera caótica y se forman espacios con más arcilla y la consiguiente mayor atracción entre sus partículas. Estos espacios jalan más la "masa" de arcilla en un punto, lo que ocasiona que esa "masa" se rompa en otro punto.

Un ejemplo lo tenemos en los lechos de ríos secos. Por un efecto natural las arcillas  se asientan de último sobre el resto de elementos diluidos en el agua. Al secarse esas arcillas ocasionan las fisuras y le dan ese aspecto craquelado a la superficie.


Fuente.

Ya que las arcillas son el ligante dentro de la tierra que usamos, ellas transmiten esa contracción durante el secado a la mezcla del material. Sin arcillas no existiría la posibilidad de construir con tierra, pero al secar provocan fisuras.

Es por esto que decimos que las fisuras son parte de la esencia de un revoque de tierra.

Más que tratar de eliminarlas, nosotros pensamos que es necesario aprender a controlarlas y a lidiar con ellas.

A partir de lo observado hasta ahora, podemos decir que para controlar las fisuras debemos tener una correcta formulación del mortero, un control sobre la cantidad de agua que añadimos a la mezcla y aprender la correcta aplicación del revoque para controlar el ordenamiento de las arcillas durante el proceso de secado.

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