Un peligro presente en nuestros hogares, el plomo.

Cuando elegimos materiales de construcción o decorativos para nuestro hogar, deseamos tener algo seguro para nosotros y nuestras familias. Confiamos en que las personas que nos aconsejan en ese proceso nos darán la mejor información posible sobre los productos que vamos a usar.

Lamentablemente, los materiales de construcción se componen de una gran variedad de ingredientes. Es difícil conocerlos a todos y aún más difícil saber si pueden tener un efecto nocivo en nuestra salud. Por eso, es necesario estar informado para poder hacer las preguntas correctas al momento de elegir los productos que usaremos.

Hoy hablaremos de uno de los ingredientes más tóxicos que puedes encontrar en los materiales de construcción: el plomo.

Plomo derretido. Fuente de la imagen.

El plomo es un metal pesado abundante como materia prima, con propiedades físicas y químicas muy útiles y económicas. Todo esto lo hace un ingrediente ideal en la producción de materiales de construcción, especialmente en pinturas, tuberías o en la fabricación de plásticos a base de PVC (cloruro de polivinilo) entre otros.

Pero el plomo es muy tóxico para las personas. Cuando ingresa a nuestro cuerpo, es muy difícil de eliminar y comienza a almacenarse en tejidos internos como el cerebro, el hígado, los huesos y los riñones, causando mucho daño a largo plazo. Los efectos nocivos del plomo son más severos en los niños o en las mujeres embarazadas, porque afectan el desarrollo físico e intelectual del cuerpo. Los resultados son un menor coeficiente intelectual, problemas de aprendizaje, menor desarrollo físico, etc.

En los hogares, el plomo entra a nuestros cuerpos a través del agua que corre por tuberías de PVC y por el polvo que encontramos en el piso, que contiene partículas de los materiales de construcción o decorativos que se van desgastando. Aquí nuevamente los niños pequeños corren más riesgo, ya que pasan más tiempo en el piso en contacto con estas sustancias a través de las manos o la respiración.

Afortunadamente, las organizaciones de salud a nivel mundial se dieron cuenta de este problema, y con el tiempo han ido regulando el uso del plomo. Esto ha llevado a que las empresas que producen materiales de construcción busquen alternativas a este elemento en su producción.

Pero la realidad es que el plomo sigue siendo un ingrediente muy económico y por eso se sigue utilizando, ya que no existen leyes que prohíban directamente su uso.

Como decíamos al inicio, la mejor forma de prevenir que este elemento entre a nuestros hogares es informarnos y saber qué productos contienen este ingrediente y evitar su uso. En una siguiente entrada del blog hablaremos sobre esta forma de cuidarnos a nosotros mismos y a nuestras familias