Ventajas de la tierra - Inercia higroscópica

 La inercia higroscópica de un material es la capacidad que tiene de absorber, almacenar y emitir humedad desde y/o hacia los alrededores en respuesta a los cambios de las condiciones higrotérmicas del ambiente.

Es decir, que dependiendo del material, si la humedad del ambiente aumenta y sobrepasa un límite específico, este material va a comenzar a absorber ese exceso de humedad y lo almacenará en su estructura. Y cuando la humedad del aire baja de este límite el material devuelve al ambiente el exceso de humedad almacenado. Este límite es específico para cada material y se denomina punto de balance higroscópico.

Esta capacidad de inercia higroscópica y el punto de balance depende de la estructura interna del material, por ejemplo de su porosidad o de sus conexiones capilares.

La tierra es un material poroso con muy buenas conexiones capilares por lo que su inercia higroscópica es alta. Y su límite de balance higroscópico, se encuentra entre el 40% y 60% de humedad relativa del ambiente.

Es por eso que cuando usamos la tierra como material de construcción, en especial como acabado de interiores, logramos balancear la humedad relativa del ambiente interior alrededor del 50%. Y da la casualidad, como vemos en la gráfica, que es en este valor de humedad del ambiente donde la construcción presenta menos patologías y tenemos la mejor calidad de aire interior para las personas.

Aquí es importante hacer notar algunas variables que pueden afectar enormemente esta capacidad de inercia higroscópica.

La primera es que la tierra tiene que estar en contacto directo con el ambiente para que la humedad pueda entrar por los poros del material. Es decir, debemos mantener siempre la "puerta" abierta a la humedad. Si cerramos esa puerta con materiales menos porosos reducimos e incluso podemos anular la capacidad de inercia higroscópica.

Este caso se da cuando pintamos el muro con materiales plásticos o sellamos los poros con aceites. Lo recomendable es terminar el acabado estético del muro de tierra con un material de similar porosidad. Este podría ser una pintura de tierra o una pintura de cal, y solo aplicar elementos menos porosos o impermeables en aquellos lugares donde es imprescindible su uso.

La segunda variable es el espesor de la capa de tierra que está en contacto con el ambiente.


En esta gráfica vemos que es necesario un mínimo de espesor para que la inercia higroscópica de la tierra pueda tener efecto. Pero ya con 15mm o 20mm de espesor logramos efectos notables. Es por esto que no es imprescindible que todo el grueso del muro esté hecho de tierra. Combinando un muro de ladrillo o bloques de cemento con un revoque de tierra de 15mm podemos lograr un alto confort del ambiente interior.

Esto nos lleva a compartir otra recomendación. Para lograr los mejores resultados con la inercia higroscópica de la tierra, es necesario balancear el espesor del revoque interior de tierra y el tamaño de la superficie en contacto con el ambiente. Tiene mayores ventajas aplicar 10mm de revoque sobre una gran superficie que aplicar 20mm sobre una superficie pequeña. 

Esto tiene relación con el tamaño de la "puerta" por la que la humedad entra al material. Una puerta más grande permite un intercambio más rápido y más alto de la humedad entre la tierra y el ambiente.

También necesario tener en cuenta posibles elementos que obstaculicen esta "puerta" de contacto, por ejemplo armarios o revestimientos de otros materiales. La superficie que mayores ventajas ofrece para la aplicación de un revoque de tierra es el cielo falso. Pero aquí nos encontramos con la desventaja del peso del material. Lo ideal sería lograr balancear una aplicación de revoque menos grueso en el cielo falso con una aplicación más gruesa en los muros.

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