Ventajas de la tierra - Alta capacidad higroscópica

La inercia higroscópica, similar a la inercia térmica, se puede considerar como una batería que se carga o descarga de acuerdo a la cantidad de humedad presente en el ambiente.

En esta imagen vemos como funciona esa batería. Al aumentar la humedad en el ambiente, los materiales de revoque interior comienzan absorber esa humedad en exceso. Algunos materiales se saturan rápidamente, mientras que otros pueden absorber más humedad en una ventana de tiempo más larga.

Los revoques de tierra son los que a lo largo de tiempo regula una mayor cantidad de humedad.

Pero su capacidad de regular la humedad no es infinita, también llega a saturarse. Lo que sucede es que puede absorber humedad hasta que las condiciones del ambiente cambian. Antes de saturarse la humedad baja y la tierra comienza a emitir o devolver la humedad que absorbió.

Este efecto lo tenemos mucho en climas templados, donde durante el día aumenta la humedad del ambiente y durante la noche baja. En ese momento nocturno podemos ventilar las habitaciones y la tierra descarga la humedad. Por la mañana la batería está libre para volver a cargarse con la humedad que va aumentando.

En Bolivia, en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, tenemos un clima de alta humedad. Incluso por las noches podemos tener una humedad relativa del ambiente sobre el 70%. Con esto no se logra ventilar esa humedad por la noche y una ventilación mecánica se vuelve necesaria, incluso un deshumidificador.

En lo que ayuda la inercia higroscópica de la tierra, es en que esa ventilación mecánica puede ser de menor tamaño y de menor consumo eléctrico. La tierra puede absorber los picos extremos de humedad interior y así la ventilación puede trabajar de manera constante con menores potencias.

En resumen, tanto la inercia higroscópica como la inercia térmica tienen sus límites y hay climas en los que será necesario combinarlas con otras estrategias pasivas o activas para lograr un confort interior ideal.

Pero incluso en esos lugares donde una estrategia activa es necesaria, las características de la tierra permiten que los equipos mecánicos puedan ser de menor potencia ayudando así a un menor consumo eléctrico y un ahorro económico. También disminuya la huella de carbono de operación de la construcción y genera una calidad de aire interior más alta.